Pesó 3,175 kilos y se encuentra estable. La hallaron bajo los escombros y aún unida por el cordón umbilical a su madre muerta. Expertos reconstruyen cómo debieron darse los hechos para que el parto fuera posible.
Entre las ruinas de un edificio de Jindires, una localidad en el noroeste de Siria muy impactada por el sismo, los socorristas encontraron a una beba, nacida bajo los escombros y todavía unida por el cordón umbilical a su madre fallecida.
Esta niña es la única superviviente de una familia en la que todos los miembros fallecieron al derrumbarse su edificio de cuatro plantas. Clarín consultó con dos especialistas cómo debieron darse los hechos para que la beba pudiera nacer. Y si es posible que lo haya hecho cuando su madre estaba ya sin vida.
«Es casi imposible, un real milagro. Su mamá tiene que haber estado con vida hasta que expulsó a la beba. Después de que salió, es probable que haya vivido por sus propios medios», explica María Taborda, médica obstetra y ginecóloga de guardia en el Sanatorio Anchorena de Recoleta.
¿Por qué la madre debe estar viva? «Salvo que sea una cesárea en la que el bebé es extraído, cuando se desencadena un trabajo de parto (TDP) la mamá tiene que pujar y estar viva para poder nutrir al bebé mediante la placenta. Entonces, si la mamá fallece no puede pujar y hay que hacerle una cesárea de urgencia», continúa Taborda.
Y agrega: «Tiene que haber parido antes de que se derrumbara el edificio. Si una mamá entra en «paro» tenés menos de 4 minutos para sacar el feto con vida».
Ignacio Pérez Tomasone es obstetra en el Hospital General de Agudos Piñero. También le explica a este medio el motivo por el cual la bebé tuvo que haber nacido mientras la mamá estaba con vida.
«Sin poder analizar en detalle la situación, lo más probable es que la haya dado a luz y fallecido luego de haber tenido su parto vaginal, es decir, que la muerte de la mujer fue posterior al alumbramiento. Es imposible que haya parido sin vida porque no habría tenido fuerza muscular, contracciones ni actividad para poder enfrentar el trabajo de parto», desarrolla Pérez Tomasone
Y Taborda hipotetiza: «Quizá la madre parió a la criatura y con sus últimas fuerzas sacó a la beba y la colocó en el lugar más seguro que encontró».
Por su parte, Juan Sebastián Sar, médico de obstetricia del Hospital Naval y Trinidad Ramos Mejía, ilustra: «El flujo uretoplacentario depende directamente de la sangre aportada por el corazón de la madre. Entonces, para que la sangre llegue a la placenta necesita de la sangre que parte desde el ventrículo materno».
En medio del frío
En un video que circula en las redes sociales, se ve a un hombre que lleva entre los cascotes a un beba desnudo, recubierto de polvo, con el cordón umbilical todavía colgando.
En medio del frío glacial, otro le lanza una manta para cubrir a la criatura. La beba fue llevada al hospital de la ciudad cercana de Afrin, donde fue puesta en una incubadora y se le administró vitaminas.
«Llegó con los miembros entumecidos por el frío, su tensión había bajado. Le hicimos los primeros auxilios y la pusimos bajo perfusión porque había estado demasiado tiempo sin ser alimentada», explica a la agencia AFP el doctor Hani Maaruf.
La pequeña tiene contusiones, pero su estado es estable, según el médico. «Probablemente nació siete horas después del sismo», añade. Pesa 3,175 kg, así que nació en el tiempo previsto, precisa.
(Con información de Clarín)
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