«En estos ocho años han pasado cosas en el caso Perassi que no han pasado en ningún lado, pero hoy como que están todas las explicaciones», dijo Alberto Perassi en la marcha que se realizó ayer por las calles de San Lorenzo al conmemorarse ocho años de la desaparición de Paula Perassi.
Es que para relatar todas las inclemencias que debió atravesar la familia Perassi desde aquel 18 de septiembre de 2011, se necesitarían varias páginas, y Alberto dejó en claro una vez más, que hay un sector de poder, que no quiere que se sepa que pasó con su hija.
Después de ocho años, de marchas, búsquedas, fiscales y jueces que han pasado, no hay responsables por la desaparición de Paula. El tribunal en primera instancia, el pasado 2 de mayo, absolvió a los nueve imputados, cuatro civiles y cinco policías por falta de mérito al considerar que las pruebas eran subjetivas, es decir que no habían elementos para condenar a los acusados.
«Con la justicia durante tres años me tuve que arrastrar, y ahora que estamos acá y que todavía tenemos posibilidades es porque tenemos un fiscal adjunto, el Dr. Donato Trotta, que juntó un montón de cosas que no pudieron romper porque las pruebas principales, porque todo lo que hicieron lo armaron bien entre todos, entre la justicia y la policía para que no se descubriera nunca», expresó Alberto, haciendo referencia al fiscal que asumió con el nuevo sistema penal en 2014, tras una instrucción pobre por parte de los jueces Eduardo Filocco y Juan José Tutau y del fiscal Román Moscetta.
En 2013, la Sala I de la Cámara de Apelación Penal de Rosario había revocado el procesamiento de Gabriel Strumia y su chofer Antonio Díaz, los jueces Carina Lurati, Ernesto Pangia y Alfredo Ivaldi Artacho señalaron que si bien estaba probada la relación extramatrimonial con Strumia y el embarazo de Paula, no había elementos que pudieran vincularlo con el homicidio de la mujer.
Tras tres años de que la causa estaba estancada, con Trotta volvieron las detenciones de los acusados, incluida la de los policías, la esposa de Strumia y una mujer que le habría practicado un aborto clandestino a Paula.
La teoría del caso se basó en un plan para sacar a Paula de su casa y llevarla a Timbúes donde una mujer le realizó un aborto, en el cual muere y luego descartar su cuerpo, con la complicidad policial que plantó pruebas para evadir las responsabilidades de uno de los jefes policiales por ese entonces, el ex comisario Daniel Puyol quien mantenía una relación comercial con Gabriel Strumia, amante de Paula.
En esa red de complicidades estaban sindicados la esposa de Strumia, Roxana Mitchl, la presunta mujer que llevó a cabo la interrupción del embarazo Mirta Rusñiski, el chofer de Strumia, Darío Antonio Díaz y los policías Jorge Krenz, María José Galtelli, Gabriel Godoy y Aldo Gómez.
En 2015 y tras un escandaloso fallo, el juez Prunotto Laborde revocó la prisión preventiva de los acusados dejándolos en libertad. Sus fundamentos fueron sumamente criticados porque se trató de un «copie y pegue» de las defensas de los imputados y en 2016 fue la Corte Suprema de Justicia provincial la que anuló el fallo de Prunotto Laborde y otra vez quedaron en prisión los imputados, hasta mayo de 2019 que el tribunal compuesto por Griselda Strólogo, Mariel Minetti y Álvaro Campos los absolvió.
En el fallo, el tribunal señaló que no se reunieron las pruebas suficientes para avalar lo que la Fiscalía había señalado en los alegatos: “no lograron probar que las personas acusadas son culpables de los delitos que se les achaca”. “Todos escuchamos la versión de los acusadores de lo que supuestamente había ocurrido con Paula que surgió de investigaciones estatales sino una serie de datos, comentarios, recolectados desde el dolor por su ausencia, armados por el imaginario popular que se fue armando con el tiempo y el clamor social”, consideraron los jueces.
«Los soltaron a todos y la jueza misma dijo que era una mala investigación desde el principio, quiere decir que los cinco policías que estaban dentro del juicio eran los cinco policías que estaban desde el principio y del señor Filocco que se jubiló, y a los cinco policías la jueza los largó, y del señor Tutau que sobreseyó al jefe de policía de ese momento, el señor Egido, ¿Egido no tenía nada que explicar?, que me demoró un mes para darme una audiencia, cuando yo iba todos los días ahí y todos me relajaban», reclamó Perassi.
Entre los presentes, se encontraba la mamá de Juan Cruz Vitali, asesinado en una persecución policial en mayo de este año de un tiro en la nuca, Marta Montero, mamá de Lucía Pérez, la adolescente de 16 años, víctima de femicidio en 2016 en Mar del Plata y de víctimas de accidentes de tránsito como Emanuel Díaz y Agustín Santucho.
Organizada por la Multisectorial de mujeres del cordón industrial y por la Multisectorial Justicia por Paula Perassi, la marcha comenzó pasadas las 18.30 h desde Moreno y Avenida San Martín hasta Falucho, luego se realizó el acto y la lectura de documento en la esquina de los bancos, culminando cerca de las 21 horas por una intervención artística.
Ahora la esperanza de la familia Perassi está puesta en la Cámara de Apelaciones que revisará el fallo de primera instancia los días 8, 9 y 10 de octubre.
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