Una mujer de Granadero Baigorria denunció que su hija de tres años fue abusada por su padre. La niña fue atendida en el Hospital de Niños zona norte de Rosario. Médicos forenses y psicólogos constataron el abuso. La justicia desestimó la denuncia y dictaminó que la niña debe volver a revincularse con sus abuelos paternos con quienes vive su padre.
El relato de María es estremecedor. Con detalles exhaustivos cuenta el recorrido que hizo desde que su pequeña hija puso en palabras lo que estaba viviendo con su papá en junio del año pasado.
María se había separado en 2019 del papá de la niña, cansada de los malos tratos que recibía y su pareja fue imputada por violencia. Desde ahí, siempre manejaron un régimen de visitas ordenado por la justicia y B. que entonces tenía tres años sufrió abusos de parte de su padre cuando iba a su casa, donde también viven sus abuelos.
“El día 23 de junio nos íbamos a dormir y cuando estábamos acostadas, la nena intentaba ponerme la cola en la cara y después se baja la bombacha”, relató María agregando que eso fue lo que llamó su atención. “Nos pusimos a hablar y la nena me dice que el papá le pide siempre que lo haga. Estaba muy preocupada y al otro día le mandé un mensaje al padre para charlar para ver qué nos quiere decir la nena y él se sintió atacado y me bloqueó de todos lados”.
De ahí en adelante María relató la pesadilla que vivió entre médicos forenses, psicólogos y abogados intentando por todos los medios de defender a su hija. En el transcurso, relató, sufrió amenazas por parte de la abuela paterna de su hija.
La mujer, angustiada, describió a Pregón que la niña pudo verbalizar que su padre, cuando iban a dormir, metía su mano bajo su pañal tocando su vagina y describió tocamientos y prácticas sexuales.
La desesperación de la madre de B. es que a principios de marzo fue notificada acerca de que la denuncia fue desestimada por falta de pruebas y unos días después la justicia inició la revinculación con la familia paterna. La nena, describió María, debe pasar un total de once horas por semana en la casa donde habría ocurrido el abuso: cuatro los miércoles, siete los domingos.
“Hace 9 meses que la niña está bajo tratamiento psicológico y el psicólogo de B. informó que el ambiente donde la niña va no es seguro, ya que es el mismo lugar donde se cometieron los abusos”, aseguró María.
“La justicia no tiene en cuenta los informes médicos, menos aún las palabras de la niña, que relata todo lo que ella vivió, abusos, sexo oral. ¿Qué es lo que más necesitan?”, se preguntó la mujer.
La niña fue atendida en el Hospital de Niños de Zona Norte de Rosario y la denuncia se realizó en la Comisaría de la Mujer. En la causa interviene la fiscal en turno de Delitos Sexuales, Dra. Graciela Argüelles. Los informes médicos y psicológicos fueron elaborados por los forenses del del Área de Investigación de Violencia de Género Sexual y Familiar de Rosario.
«Pido que la nena sea escuchada, que respeten sus derechos y que llamen a declarar a los médicos que la revisaron. A nueve meses de la denuncia, pido que se abra la investigación que nunca se abrió», manifestó María.
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