Oil Combustibles (OCSA), la petrolera creada por Cristóbal López, sale finalmente a remate. El juez Javier Cosentino, a cargo de la quiebra de la empresa, acaba de publicar una resolución para iniciar el proceso de venta de todos los activos vinculados a la que fue la nave insignia del Grupo Indalo.
Según la medida del titular del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial 5, se dispuso la licitación pública nacional e Internacional para vender los activos del negocio de refinación de petróleo y comercialización de derivados del complejo de San Lorenzo, en Santa Fe.
El precio de base será de u$s42,5 millones y los interesados tienen tiempo hasta el próximo 14 de septiembre para acercar sus propuestas. Se rematarán los activos como una unidad que abarcará principalmente la terminal fluvial, la estación de almacenamiento y la refinería, incluyendo el personal y todos los derechos y obligaciones surgidos por contratos de explotación de la red de estaciones de servicio.
“Los bienes, cuyo detalle obra en el pliego e inventario, se realizan en el estado en el que se encuentran y los interesados podrán hacer sus análisis, sin que nada tengan para reclamar luego a la quiebra”, se explica en el documento del juez Cosentino. El pliego de bases y condiciones cuesta u$s10.000 y se podrá adquirir hasta tres días antes de la apertura de las ofertas. Igual plazo para realizar estudios, consultas y análisis según pliego, y para visitas al complejo.
Antes de este acuerdo y en el marco del proceso de quiebra, los activos de Oil Combustibles también llamaron la atención de varios grupos empresarios como los holandeses de Trafigura, los rusos de Lukoil, la propia Dapsa e YPF y de una cooperativa formada por parte de sus trabajadores.
En esta oportunidad, no se descarta que varios de estos mismos grupos decidan participar de la licitación. De todos modos, YPF será la que picará en punta ya que el contrato de gerenciamiento que le otorgó Cosentino le permite igualar la mejor oferta de compra acercada por otra compañía.
Hasta ahora, la petrolera estatal en sociedad con Dapsa se hicieron cargo del abastecimiento exclusivo de combustible de la totalidad de la red de estaciones de servicio de bandera de OIL, garantizaron la disponibilidad de productos tomando a su cargo el riego de la operación comercial. También asumieron la explotación de los activos logísticos en la terminal fluvial, además de reprocesar sin costo los stocks de combustible en sus instalaciones.
Es decir que la empresa que compre la Refinería, la va adquirir libre de personal. Y podrá reabsorber a quienes considere necesario (en función del proyecto que tenga para ese complejo industrial).
Hasta ahora, todas las empresas que mostraron interés en comprar, solo hablan de utilizar el puerto, y ninguna quiere comprometerse a refinar (incluso YPF)», señaló Gerardo Canseco.
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