Valentina vivió un momento de terror cuando en la mañana del miércoles se despertó y tenía a dos delincuentes parados a su lado pidiéndole el dinero de una supuesta caja fuerte. «Hacé silencio, no te vamos a hacer nada, simplemente vinimos a buscar la plata», relató la joven que en un momento logró pedir ayuda. Los malvivientes se llevaron tres televisores, dos notebooks y un celular. Piden a los vecinos que tengan cámaras de videovigilancia aportar imágenes y avisar si encuentran a la venta los artefactos robados.
El robo ocurrió el pasado miércoles por la mañana en una vivienda de Pasaje El Inmigrante al 500 de barrio San Martín. En diálogo con Pregón, Valentina relató el momento de terror que vivió en la mañana del miércoles. «Yo estaba durmiendo y de la nada, yo estaba en mi pieza, me abrían la puerta y yo pensando que era mi hermano o mi mamá, me doy vuelta, pregunto qué pasó y resulta que eran dos hombres desconocidos, que yo no sabía quiénes eran. Me dicen: hacé silencio, no te vamos a hacer nada, simplemente vinimos a buscar la plata. Vi cómo me agarraban mi computadora con mi celular, se lo llevaban y seguían. Yo sé que algo les dije, no me acuerdo qué, creo que les pregunté qué buscaban. Me decían: estamos buscando la plata porque un familiar tuyo te vendió diciendo que acá había una caja fuerte con 50.000 dólares».
A pesar de que la joven les aseguraba que en su casa no había nada de lo que ellos pensaban, insistían y buscaban: «En mi casa no hay una caja fuerte con 50.000 dólares, no sé de dónde lo sacaron, quién se los inventó o qué, pero acá no había nada», relató.
Según lo que pudieron saber, los malvivientes rompieron el vidrio de una pequeña ventana y entraron por allí. «Empezaron con la parte de abajo a buscar cosas, sacaron las dos televisiones que habían, le revolvieron toda la ropa a mi mamá buscando dólares, una caja fuerte con dólares que no existe. También le sacaron plata que tenía en un cajón. Hicieron un desastre».
«En un momento me resigné, me senté en la cama, me dijeron no te muevas, no hagas nada. Y se pone a sacar todo lo de mi ropero, el otro chico estaba revolviendo todo el ropero y la pieza de mi hermana. En un momento, el chico que estaba en la pieza de mi hermana baja, ahí supuse yo que bajó con lo que fueron las computadoras, los celulares y todo. Y el otro chabón se iba y venía a la pieza de mi hermana para probarse zapatillas y ropa, a ver si le quedaba para llevárselas», contó Valentina.
Y agregó: «El chico que estaba en la pieza de mi hermana en un momento me dice, mirá, yo acá no te voy a hacer nada, ahí me hace la seña como que tiene un arma y escuchá ese auto, me dice, ahí adentro tenemos más fierros, así que quedate tranquilita que no te vamos a hacer nada, me decía. Nosotros no somos violadores, no somos abusadores, no somos nada, simplemente queremos la plata», mientras ella negaba una y otra vez que no existía tal dinero en su casa.
Según lo relatado por la joven, en un momento logró pedir ayuda: «En una, que se quedó más tiempo de lo normal en la habitación de mi hermana, yo abro la ventana, abro la persiana y me pongo a gritar como una desquiciada y que me ayuden de que me estaban robando. Ahí los dos ya no estaban en mi casa, tenían un auto afuera esperándolos».
Se trata de un Chevrolet Corsa «viejo» color champagne y un grupo de trabajadores de una obra en construcción de calle Buenos Aires le tiró con ladrillos para detenerlos rompiéndole el parabrisas y uno de los espejos. Valentina pudo ver la parte de atrás del auto pero no alcanzó a ver el número de patente, es por eso que solicitan a los vecinos imágenes de las cámaras de videovigilancia.
Lograron llevarse tres notebooks, de las cuales una se pudo recuperar porque la encontraron tirada en la calle, un celular y tres televisores.
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