La jornada del jueves se caracterizó por la quietud en el aeropuerto de Rosario y una drástica reducción en los vuelos a nivel nacional, debido al paro general nacional.

El Aeropuerto Islas Malvinas de Rosario permaneció inmóvil durante todo el día, con la ausencia de actividad programada hasta el viernes. En Fisherton, ninguna aeronave despegó ni aterrizó, ya que las aerolíneas que operan en la terminal cancelaron sus servicios en respuesta al paro.

Los paneles informativos en Fisherton mostraban una única palabra: «cancelado», marcando cada vuelo programado para la jornada. Este panorama, reflejaba la adhesión de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Asociación de Técnicos Aeronáuticos (APTA), la Unión de Personal Superior (UPSA) y la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) al paro.

En consecuencia, la mayoría de las aerolíneas que operan en los aeropuertos argentinos cancelaron sus vuelos previstos para el día, dejando solamente a Flybondi y American Airlines operando con su propio personal en Ezeiza. Aeroparque, en la ciudad de Buenos Aires, también experimentó una completa ausencia de actividad aérea.