El ex gobernador de Santa Fe Hermes Binner falleció este viernes a los 77 años, luego de estar internado por un cuadro severo de neumonía en un centro de salud de Casilda.
Médico y político, humanista en todo sentido, con una trayectoria respetada desde todos los rincones –y más allá de cualquier grieta- Hermes Binner acaba de morir a los 77 años, después de un grave deterioro de su salud en los últimos tiempos.
Líder y referente del histórico Partido Socialista por varias décadas, intendente de Rosario (1995-2003) y posteriormente gobernador de Santa Fe, también diputado nacional, Binner además peleó por la presidencia en las elecciones del 2011 encabezando el Frente Amplio Progresista. Pero en aquel momento, con Cristina Kirchner buscando su reelección y recibiendo más del 50% de los votos, pocas opciones quedaban para las propuestas opositoras y Binner (17%) –acompañado en la fórmula por la periodista Norma Morandini- fue el segundo, muy lejos.
Hermes Binner nació en Rafaela, el 5 de junio de 1943 y cursó sus estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario, egresando con especialización en Cardiología, Medicina del Trabajo y Anestesiología. Fue precisamente en aquel momento donde inició su trayectoria política vinculándose al Movimiento Nacional Reformista –en las luchas universitarias- y al reunificado Partido Socialista cuyo líder en aquella época era Guillermo Estévez Boero. Binner desplegó una intensa actividad social y cultural desde la Secretaría de Extensión Universitaria entre los sectores más postergados de Rosario.
Con la vuelta de la democracia en 1983 ejerció distintos cargos públicos (entre ellos, la Secretaría de Salud del municipio rosarino) y fue elegido intendente en 1995, y reelecto cuatro años más tarde. Entre sus obras se cuentan la descentralización y atención primaria en salud y la creación de los centros de promoción comunitaria en los barrios. En 2003 peleó la gobernación: fue el más votado, pero con la ley de lemas todavía vigentes no pudo desplazar al peronismo y ganó Jorge Obeid. Dos años más tarde, se iba consolidando la alianza entre su partido, el radicalismo, el ARI de Elisa Carrió y la Democracia Progresista, tradicional formación con base santafesina, mientras el kirchnerismo se afianzaba a nivel nacional. Binner fue electo diputado nacional en 2005 y, como representante de aquella alianza, ganó las elecciones para gobernador (en fórmula con Griselda Tessio), quebrando la hegemonía peronista de los últimos 24 años. Binner se convertía así, en el primer gobernador socialista de la historia política argentina.
Abrevaba en las fuentes de la socialdemocracia, alejado de cualquier extremo y se vinculaba con otros sectores políticos que podían apoyarse en su moderación. Como resultado de esos vínculos, tanto el socialismo como la UCR –históricamente reacios a cualquier alianza- alcanzaron desde ese momento amplios campos de consenso, que les permiten retener Rosario hasta ahora, por ejemplo. En algún momento, hasta el propio Kirchner imaginó al socialismo de Binner como una de las ramas de su “transversalidad”, uno de los tantos proyectos políticos que no prosperó. Tampoco la fuerza de Binner fue suficiente para una proyección nacional en 2011, pese a recibir más de tres millones de votos, y el socialismo no pudo –hasta ahora- emerger de aquel reducto santafesino.
Tanto en aquella campaña, como después, consideró que “pese a las cifras de inflación y otros indicadores económicos preocupantes, la verdadera crisis en Argentina es política y que hay que mirar los parámetros en términos desarrollo. Esta no ha sido la década ganada, sino la década de las oportunidades perdidas”, manifestó en 2013. Consideraba que “la solución pasa por llevar a cabo políticas de Estado que eviten la pobreza, recuperen la educación y además fomenten el trabajo registrado” Su gestión rosarina fue elogiada en cuánto a su transparencia administrativa, su política sanitaria y avances en educación. Pero no pudo escapar al destino general del país, con el grave deterioro económico. Y en el caso específico de Santa Fe –con más precisión todavía en Rosario- al gravísimo crecimiento del narcotráfico y la violencia, que siguió hasta nuestros días. “Vivimos en una sociedad absolutamente violenta. Nosotros tenemos la hidalguía de plantear los números reales de este drama para decir ‘estamos acá’ y que es necesario que trabajemos todos juntos”, apuntó.
Binner volvió como diputado nacional desde 2013 y aspiraba a una nueva candidatura presidencial en 2015 cuando culminaba el mandato de Cristina. Sin embargo, tanto el radicalismo –en su convención de Gualeguaychú- como la Coalición Cívica de Lilita Carrió optaron por unirse al PRO conformando “Cambiemos” y triunfando con Mauricio Macir-Gabriela Michetti. El socialismo priorizó su lucha en el reducto santafesino, consagrando a Miguel Lifschitz como gobernador y con escasa incidencia a nivel nacional, donde Margarita Stolbizer fue su candidata. Atrás había quedado aquel intento de UNEN lanzado con más fuerza en 2014 donde, junto a Binner y Carrió, también estaban los radicales, Stolbizer y Pino Solanas. Por aquel momento se hablaba de una fórmula Binner-Cobos, mientras el kirchnerismo más furioso lanzaba ataques contra el socialismo (“narcosocialismo” disparó Andrés Larroque, mientras Sergio Berni acusaba por la inseguridad en Rosario).
Binner y su partido objetaron que el radicalismo y Lilita se unieran al macrismo. “La discrepancia y el desentendimiento han generado un escenario en el que quieren cobrar protagonismo las fuerzas conservadoras y una neodirigencia que reniega de la política y pretende gestionar el país como si se tratara de una empresa y no una nación poblada de ciudadanos que se rigen por la Constitución y la democracia”, escribió. Y luego propuso “los partidos alineados en el progresismo, que acompañemos la candidatura de Margarita Stolbizer, con quien comparto los mismos ideales”.
Desde 2019, Binner sufrió problemas de salud y Alzheimer, lo que obligó a su internación en Casilda. Desde distintos sectores políticos y sociales llegaron mensajes de apoyo a través de las redes. “Fue el primer gobernador socialista del país y el que inició la transformación de Santa Fe. #GraciasBinner por cada hospital, por cada escuela y cada obra, por pensar el futuro y hacerlo posible. Hoy más que nunca tu legado se hace enorme, feliz cumple compañero”, le saludó Lifschitz, mientras que en Rosario hubo un “aplausazo” en su homenaje.
Pregón / Clarín
Qué opinas?