Seis de los siete rubros relevados por CAME tuvieron caídas superiores al 20 por ciento. El único rubro que aumentó levemente sus ventas fue el de Textiles e indumentaria, con una suba del 0,9 por ciento.
La devaluación, la aceleración inflacionaria y la caída del poder adquisitivo de la población tuvieron un fuerte efecto depresivo sobre el comercio minorista: en enero, según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas de las pymes minoristas cayeron 28,5% respecto de igual mes de 2023 y 6,4% respecto de diciembre.
Además, de los 7 rubros o sectores comerciales relevados, 6 registraron caídas, en todos los casos superiores al 20%, llegando al extremo del sector Farmacias, en que las ventas se desplomaron un 45,8% interanual.
El único rubro que escapó la caída en las ventas fue el de Indumentaria, que registró un levísimo repunte, del 0,9%, pero a su vez registró un descenso del 2,8% respecto de las ventas de diciembre.
El inicio del año, dice CAME, estuvo marcado por un mal desempeño comercial, escasas transacciones y baja afluencia de público en los locales. La razón por la que el sector de Textiles e indumentaria evitó la caída interanual, explica el informe, se debió a que en enero de 2023 el sector había tenido un muy mal inicio del año (baja del 14,4% respecto de enero 2022), que se combinó la situación de este año, en que los comercios recurrieron a ofertas atractivas y se beneficiaron de “las compras realizadas en gran cantidad por turistas internacionales que recorrieron las ciudades argentinas”.
“En términos generales, los comercios consultados coinciden en que enero fue un mes perdido. Principalmente debido a la incertidumbre económica y al pronunciado aumento de los precios, que no fue acompañado por un ajuste en los salarios. Para el consumidor promedio, todo resultó costoso, lo que llevó a una selección más cuidadosa de compras, priorizando las necesidades más urgentes para resguardar ingresos. Sin embargo, queda una considerable demanda postergada, y se espera que parte de ella pueda recuperarse durante el mes de febrero”, dice un pasaje del informe.
El índice de Ventas Minoristas Pyme de CAME se elabora en base a un relevamiento mensual entre 1.256 comercios minoristas del país. Además de la fortísima caída de las ventas en Farmacias (el ya mencionado – 45,8%), los rubros que tuvieron mayores caídas fueron Alimentos y bebidas (- 37,1%), Perfumería (-32,6%), Ferretería, materiales eléctricos y de la construcción (-31,3%), Calzado y marroquinería (-20,8%) y Bazar, decoración, textiles de hogar y muebles (-20,5%).
Además de caer 37,1% en términos interanuales, las ventas del sector de Alimentos y bebidas cayeron 13,2% respecto del diciembre. “Fue un mes de muy poca venta, donde incluso los sectores de mayores ingresos se volcaron a productos de segundas y terceras marcas. Desde los comercios comentaron que recibieron aumentos semanales de entre 5% y 10% que al trasladarlo al consumidor directamente frenaban la venta. Sin embargo, se espera que, desde febrero, una vez que la gente se acostumbre a los nuevos valores, el expendio retome su ritmo habitual”, dice al respecto el informe.
También en el sector Bazar, decoración y muebles se sintió fuerte la pérdida de ingresos familiares aunque -según el informe – «se intentó no trasladar a los importes todo el aumento mayorista”. Los comercios pyme del sector señalaron que la gente compró “cosas de bajísimo valor, que en unidades vendidas darían una caída menor, pero que en facturación se sintió de forma importante. En los centros de veraneo, la demanda fue muy baja, y es donde más se pudo observar el malestar empresario en la encuesta”.
En Calzado y marroquinería las ventas también cayeron 7,1% respecto de diciembre y lo que “salió” fue fundamentalmente “calzado de muy bajo precio”. Las zapatillas deportivas, por sus precios, fueron lo más postergado aunque CAME señala que las tiendas medidas confían que “desde febrero, cuando se retomen las actividades, volverá la venta”.
El rubro farmaceútico fue el más castigado, con una caída interanual cercana al 46 por ciento. “Fue un pésimo mes para las farmacias, que se quedaron con un caudal de stock importante frente a la drástica caída de expendio. Algunos empresarios consultados señalaron que las cifras de enero parecen las de un mes donde nadie se enfermó. Pero la visión cambia cuando se mira el componente de ese declive, donde el rubro más perjudicado fue el de Cuidados Personales”, dice el informe.
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