La pobreza subió un 32% en la Argentina, según cifras difundidas este jueves por el INDEC, que vuelven a los niveles en que se encontraban cuando Mauricio Macri asumió la presidencia con promesas de “pobreza cero”. Esto representa 6,3 puntos porcentuales por encima del mismo período de 2017.
En el Gran Rosario, en el segundo semestre de 2018, hay 109.719 hogares, que reúnen a 415.829 pobres. De ese universo, 22.719 hogares, con 78.091 personas, son indigentes. En tanto en el primer semestre de 2018 las estadísticas arrojaron un 24,9 por ciento lo que demuestra un incremento de la pobreza del 6.9. Desde el segundo semestre 2016, tanto la pobreza del 31,8 % como la indigencia del 6% de las personas son cifras récords para la región.
De acuerdo con el informe del INDEC en el segundo semestre de 2018 el número de personas pobres creció al 32%, frente al 25,7% del mismo período del 2017. En el primer semestre del año pasado había sido 27,3%.
Son 14,3 millones de personas, casi 3 millones más que el año anterior, cuyos ingresos no alcanzan para cubrir los servicios básicos.
En la comparativa respecto de la medición del primer semestre de 2018, el aumento de fue del 4,7%.
En la comparativa respecto de la medición del primer semestre de 2018, el aumento de fue del 4,7%.
La indigencia aumentó en la segunda mitad del año del 4,8%% al 6,7% de la población lo que significa que 3 millones de personas están por debajo de la línea de indigencia, 870.000 más que los que pasaban hambre en el segundo semestre del año anterior.
Durante el año pasado la economía bajó 2,5%, la inflación llegó al 47,6% y la desocupación subió al 9,1% desde el 7,2% de finales del 2017, según datos del propio Indec.
El anuncio fue realizado en conferencia de prensa por la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, junto a su par de Producción y Trabajo, Dante Sica.
“Hoy es un día triste, como ayer, como desde hace un año…vamos a seguir trabajando para bajar la pobreza”, remarcó la titular de la cartera social.
Stanley ratificó que “pobreza cero tiene que ver con un objetivo, con un horizonte” y sostuvo que “más que una cifra, es una realidad”.
“Estamos diciendo la verdad. Trabajamos todos los días para bajarla. Queremos igualdad de oportunidades”, enfatizó la funcionaria.
Además, relativizó la ausencia del presidente Mauricio Macri en el anuncio del índice de pobreza y aseguró que el mandatario “está representado por nosotros acá. Vamos a seguir trabajando, tenemos como prioridad reducir la pobreza”.
Asimismo, la ministra insistió en que “el Gobierno nacional trabaja el tema de la pobreza desde cada ministerio y considera la pobreza en todas sus dimensiones”.
De acuerdo con el informe, todos los datos muestran un empeoramiento de todas las variables -pobreza a indigencia- si se las compara con junio de 2018, pero una mejora en la medición interanual.
El lunes, el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) dio a conocer sus estimaciones, y difundió que la pobreza escaló 4,7 puntos porcentuales en 2018 hasta el 31,3% de la población argentina y ya afecta a 12,7 millones de personas.
En ese contexto, el 28,2% de la población tiene serios problemas alimentarios, dice el informe de la UCA que a diferencia del INDEC no mide por ingresos sino que realiza una medición sobre seis dimensiones de carencia humana.
Lo cierto es que no se trata de un indicador más, sino que es algo así como “la madre de todos los datos”, especialmente por la sensibilidad que despierta a nivel social un incremento de la pobreza en un país como Argentina y porque es la confirmación final de todos los indicadores fragmentarios de una economía en caída.
Pero, sobre todo, porque el propio Mauricio Macri puso a ese indicador en un sitial protagónico. Lo hizo el día que asumió la presidencia al plantearse como objetivo principal de su gestión la “pobreza cero” y lo ratificó cuando, al debutar el nuevo indicador de pobreza de INDEC, en 2016, dijo que ese sería el parámetro con el cual él aceptaba que fuera evaluada su gestión.
En plena campaña electoral, la oposición piensa sacar todo el rédito político posible del indicador que se está por conocer, y que según todas las estimaciones volverá a ubicar a la pobreza y la indigencia en niveles similares a los que se registraban en el inicio del período macrista.
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