Son héroes anónimos, los enfermeros, bomberos, camilleros, policías que arriban a tremendos accidentes como el que ocurrió ayer en el km 36 de Oliveros y quienes ayudaron a rescatar a las víctimas. No sólo las salvaron, sino que las contuvieron, lo que muestra la calidad humana que tienen para trabajar.
Eran las cinco de la mañana, llovía copiosamente, y un micro de la empresa Tigre Iguazú muerde la banquina y vuelca arrastrándose por varios metros sobre la autopista Rosario-Santa Fe. Los pasajeros que venían de Formosa se encontraban dormidos cuando sufrieron el fuerte sacudón. El horror los invadió por instantes en los que no sabían si salían ilesos de semejante vuelco.
Entre ellos viajaban niños y mujeres embarazadas. Los ositos de peluche quedaron desparramados en la fría autopista. La primera ambulancia en llegar al lugar fue la de Amce, el servicio de emergencia local en el que iban a bordo la Dra Noelia Sanvido y los enfermeros Jorge Arias y Esteban Romero.
Cuando arribaron a la escena la doctora Sanvido se ocupó de sacar a los heridos del micro para que cuando llegaran los otros servicios de ambulancias puedan ser trasladados inmediatamente sin perder tiempo. Ella sabe que cada minuto vale.
Gracias a que la profesional lo contó en las redes sociales, pudimos enterarnos de otras historias detrás del accidente, aquellas que los medios muchas veces no conocemos, porque nos concentramos en el accidente, en lo noticioso.
«Termino mi guardia con una satisfacción que pocos pueden entender.
La paz que te da volver a tu casa sabiendo que se hizo todo de manera excelente y la inmensa alegría de trabajar con gente humana, responsable y dedicada con el alma a la emergencia.
¡Si! Atendimos a 59 pacientes en una verdadera emergencia. Vuelco de colectivo completo de pasajeros de todas las edades.
Infinitas gracias a todos los que colaboraron. Médicos, enfermeros, choferes, paramédicos, bomberos, policías, seres humanos que desinteresadamente se sumaron al equipo de trabajo y sin lugar a dudas a todos los efectores de salud que nos recibieron los pacientes.
Nos enseñaron que la primera ambulancia en llegar es la última en irse y así fue.
Fuimos nosotros, móvil 1 de AMCE, de San Lorenzo. Quienes seguramente no vamos a salir en la noticias. Pero hay algo que no puede atravesar la pantalla de la tele y mucho menos la hoja del diario y es la mirada de cada uno de los afectados por este accidente. Y les puedo asegurar que nos acordamos de cada uno y los vamos a recordar siempre.
Orgullosa de la profesión que elegí y elijo todos los días. Orgullosa de ustedes. Mis compañeros de móvil.
Gracias desde lo más profundo de mi ser en especial a ellos».
Una de las imágenes del día de ayer fue la del enfermero Esteban Romero, alzando a un pequeño de cinco años, visiblemente asustado tras el siniestro. Usaba una campera de algún bombero que tuvo el gran gesto de prestarle su abrigo reglamentario para abrigar al niño.
Las palabras huelgan y las lágrimas abundan al escuchar a Romero en el móvil que brindó hoy a la periodista Fabiana Espíndola de Televisión Regional Noticias.
«Fue algo que me salió en el momento, tratar de ayudarlo. Lo fui a buscar a un vehículo que estaba, la vi a la madre, lo tomé en brazos y le pregunté como se llamaba, me dijo Jere, me dijo que tenía quince años, pero su mamá me dijo al oído que tenía cinco, y que padecía autismo. Lo llevé hasta la ambulancia, el tenía frío y un bombero me dio su campera. Incluso muchos bomberos recogieron los ositos que estaban en el pavimento y los repartieron entre los niños», relató muy emocionado Esteban.
Esteban contó también ante el medio televisivo que le quedó grabado en su memoria lo que la mamá del nene le había contado, que la había pasado mal en el viaje, que Jere estaba nervioso y que venía llorando todo el camino por la tormenta.
El enfermero, en un gesto de humildad, no quiso llevarse todo el crédito, mencionó a los bomberos, al personal del Sies y a los otros compañeros de los distintos servicios de AMCE, como el móvil 2 a cargo de la Dra. Messidor, y los enfermeros Chescatti y J.Serbassi y el nº 3 a cargo de la Dra. Gentiletti y los enfermeros Acotto y H.Ponce.
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