El valor de los elementos tangibles del municipio era de 343.563 pesos cuando asumió el intendente Leonardo Raimundo y ascendió a 10.663.226 pesos al cierre del año pasado. El ítem incluye vehículos, muebles, computadoras, artefactos electrónicos, maquinarias, herramientas y mobiliario de espacios públicos.
Un informe elaborado por la Secretaría de Hacienda y Finanzas reveló que desde la asunción del intendente Leonardo Raimundo en diciembre de 2007, la Municipalidad de San Lorenzo multiplicó por 30 sus bienes de uso. El ítem incluye vehículos, muebles, computadoras, artefactos electrónicos, maquinarias, herramientas y mobiliario de espacios públicos.
En 2008, el valor de los bienes tangibles del Estado municipal era de 343.563 pesos y seis años después, al cierre de 2013, ascendió a 10.663.226 pesos. El crecimiento fue exponencial al cabo del primer año de gestión cuando las posesiones del municipio alcanzaron una cotización de 1.734.888; a partir de entonces, la progresión es sostenida, con 3.100.000 pesos en 2010, 4.445.037 en 2011 y 7.004.484 al final del período 2012.
La puesta en valor de los espacios públicos locales demandó una inversión de 477.603 pesos en bancos, juegos y barandas que fueron instalados en todas las plazas y paseos de la ciudad.
La Secretaría de Obras Públicas vio reforzado su parque automotor con un tractor, una pick up, un acoplado, dos motos, dos desmalezadoras, 600 contenedores de residuos, y un gran número de herramientas para sus distintas reparticiones. La Subsecretaría de Salud y Preservación del Medio Ambiente, en tanto, incorporó una camioneta Fiat Qubo.
Del mismo modo, la Secretaría de Desarrollo Social y Promoción Comunitaria obtuvo una camioneta Kangoo, calefactores, juegos y grabadores para los jardines maternales municipales.
En el Centro Cultural se compraron distintos instrumentos musicales por un valor de 27.600 pesos; se obtuvieron minicomponentes y computadoras, y se instalaron bancos y cámaras de seguridad.
En el Polideportivo, el municipio emplazó un tobogán acuático, colocó bancos, reparó los parrilleros y adquirió gran cantidad de reposeras, plásticas y sombrillas.
Por otra parte, la ampliación del Centro de Atención al Turista requirió la compra de computadoras, acondicionadores de aire, calefactores y cámaras de seguridad.
También se incorporaron una cantidad considerable de herramientas y materiales que se utilizan en los múltiples cursos de capacitación que lleva adelante la Oficina de Empleo.
“Los recursos del municipio se fueron invirtiendo eficientemente año tras año no sólo en pavimentos, bacheos, estabilizado de calles, iluminación, sino también en diversos bienes que incrementan el patrimonio del municipio”, expresó la secretaria de Hacienda, Gisella Villalba. Y concluyó: “Esto pone de manifiesto la administración austera, responsable y honesta que esta gestión hace de los fondos públicos”.
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