La carne -un producto básico de la dieta alimenticia de los argentinos- mantuvo una tendencia al alza que comenzó en febrero debido a que en los meses anteriores habia subido por debajo de la inflación general. Dentro del rubro (carnes) , el alimento que picó en punta con el mayor aumento fue el pollo: se encareció el doble que la carne vacuna al trepar 31% y 13,5% respectivamente.
Según un informe del Centro de Economía Política de Argentina (CEPA), en marzo se observó “un impacto heterogéneo de los aumentos con relación a los distintos cortes vacunos. Los “cortes caros” fueron los que más incrementaron: 14,5%. Por su parte, Los cortes “intermedios” y “económicos” mostraron una suba de 13,9% y 13,1% respectivamente,
Además, según este relevamiento, la suba de precios varió según el canal de comercialización: “A la inversa que, en el mes de febrero, el precio promedio de la carne vacuna en supermercados mostró un alza de 18% respecto de febrero, superando por más de 5 puntos los aumentos de la carne vacuna en carnicerías (12,7%)”, señala el informe.
Al evaluar la evolución del precio de los productos sustitutos de la carne vacuna, el pollo se destacó por el nivel de aumento. “Registró un fuerte aumento de 31% en marzo, (exceptuando febrero de 2023, el pollo lleva 10 meses consecutivos con aumentos promedios que superan los incrementos promedios de carne vacuna)», detalla.
«El indicador que suele representar este proceso y que vincula la evolución del precio del asado en relación con el precio del pollo, (la brecha de precios) muestra una baja desde el inicio del año que llega a 2,87% en enero 2023, el valor más bajo de los últimos dos años. «En febrero, retoma una curva ascendente, llegando a 3,57% producto del fuerte aumento de la carne vacuna en relación al pollo y en marzo se sitúa en 3,09% debido al incremento del pollo», explica Hernan Letcher, economista del CEPA.
Es decir, si se analiza la cantidad de kilos de pollo fresco que se puede comprar con un kilo del corte vacuno más consumido, como el asado, se observa que el asado se había revalorizado fuertemente en relación con el pollo. La brecha entre ambos productos llegó a ser de 4,04 kilogramos en diciembre 2021. Esta relación se acortó un año después, alcanzando en el tercer mes del año un diferencial de 3,09.
«En términos interanuales, las variaciones de los cortes de carne vacuna se encuentran por debajo de la inflación acumulada estimada (102,7%)”, aclara Letcher.
Entre otras razones, los incrementos de precios se explican por la reducción en el consumo de carne bovina en los últimos años, que se reemplazó por otros tipos de carnes más económicas, como la aviar o porcina. Según el informe sectorial del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, el consumo per cápita de carne vacuna se situó en marzo en 49 Kilos anuales por habitante.
En abril, los precios de los alimentos siguieron profundizando su tendencia alcista, con subas promedio del 7% mensual, según las consultoras. Durante la primera semana de este mes, según los relevamientos de Eco Go, la carne vacuna subió 1,5%, mientras que las sustitutas como el pollo, el cerdo y el pescado subieron -en esos pocos días 2,6%, 4%% y 3,4% respectivamente.
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