En medio de la persistente crisis económica, la actividad de hacer la compra en los supermercados, se ha convertido en un verdadero desafío estratégico para los ciudadanos. La búsqueda del mejor precio se ha vuelto una tarea meticulosa, donde los consumidores recorren góndola tras góndola en busca de productos accesibles. En este contexto, han surgido nuevas marcas económicas y las conocidas «segundas marcas» de las grandes empresas alimenticias, que ofrecen alternativas más competitivas sin comprometer la calidad.

En cuanto a las marcas líderes, estas se mantienen reticentes a reducir sus precios, lo que ha llevado a un estancamiento o disminución en sus ventas. Las grandes empresas están ajustando sus precios debido a la especulación financiera del año pasado, lo que ha permitido que otras propuestas más económicas ganen terreno en el mercado.

Por otro lado, la elección de productos en los supermercados también depende de la zona y el perfil del cliente. Mientras que en algunas zonas se mantienen las primeras marcas, en otras los consumidores buscan principalmente precios accesibles, lo que ha llevado a la introducción de segundas marcas en algunos locales.