Esta mañana a las 10 h los trabajadores del cementerio le alcanzaron a Isi los juguetes que habían sido dejados en una bolsa frente al nicho del pequeño. Según relató la mujer a Pregón, el intendente Raiumundo había pedido la máxima atención a las cámaras de videovigilancia del cementerio.
Junto a los restos de un niño que descansa en el cementerio de San Lorenzo, su mamá colocó sus juguetes favoritos: un muñeco de Dragon Ball Z y una esfera. Los juguetes habían sido robados por desconocidos: «Para muchos puede ser un juguete, pero para nosotros tiene valor sentimental», decía Isi a Pregón
Muy agradecida, Lisi se comunicó esta mañana con la redacción de Pregón y relató que los trabajadores del cementerio le alcanzaron los juguetes sustraídos de la tumba de su hijo. «Lo dejaron en una bolsa en el banco enfrente del nicho de él y gracias al intendente por que les dijo que estén atentos los muchachos con las cámaras» , afirmó.
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