La mujer acusa al hospital Granaderos a Caballo de negligencia; por no haberle realizado un monitoreo al bebé de 34 semanas que estaba gestando. Comenzó con contracciones el pasado jueves y el lunes tuvo que parir a su hija de forma natural, sabiendo que ya estaba muerta.
Florencia atraviesa el dolor indescriptible de haber dado a luz a una hija sin vida, habiendo llegado al momento del parto sabiendo que el corazón de su bebé no latía. La mujer, quiso compartir todo lo que debió atravesar, porque según relata, no fue atendida como debía en el Hospital Granaderos a Caballo de San Lorenzo.
«Hola soy Florencia y no qué decir ahora, estoy mal todavía lo estoy atravesando, hace como 3, 4 ó 5 días que tenía mi bebé fallecida adentro «, comienza a relatar la mujer, en un vídeo que envió a Pregón, luego de que su suegra contara la tremenda situación que vivió su nuera esta mañana.
Todo comenzó cuando Florencia sintió contracciones el pasado jueves y pierde el tapón mucoso ( es una especie de barrera que sella el cuello uterino durante la gestación que indica que la mujer está lista para dar a luz). Ese día ella tenía un turno programado con el doctor Pablo Quagliani en el hospital de Granadero Baigorria, turno que fue suspendido por el profesional por una cesárea de urgencia. Florencia se acercó al hospital Catalina Salomón de Puerto General San Martín debido a los fuertes dolores.»Creo que ese fue el día que tenía que nacer ella», relató Florencia.
En el Centro de Salud Catalina Salomón, la trasladaron al hospital Granaderos a Caballo de San Lorenzo para que fuera atendida por una obstetra: me hizo tacto; tenía un centímetro (de dilatación) y me dijo que era normal que el tapón al desprenderse puede tardar una semana más; igual yo estaba como de 8 meses no estaba de las 40 semanas lo que quiere decir que no estaba listo para nacer y me mandaron a mi casa» recordó Florencia quien se dio cuenta que algo no estaba bien en su vientre:
«Desde ese día jueves no sentí más movimientos fetales adentro, estaba muy mal, muy preocupada porque una madre sabe y es verdad que una madre siente que algo pasa adentro. Por eso fui el sábado porque estaba muy asustada, no se movía ya no tenía contracciones, si tenía cuando caminaba pero no eran esas contracciones fuertes, entonces me preocupé y fui a San Lorenzo porque no tenía plata para ir a Granadero Baigorria, no tenía nada, le pedí a mi mamá que por favor me preste y ella también con la chirola que tenía fuimos igual a San Lorenzo y les dije de vuelta (a quienes la atendieron) esto no se mueve, estoy asustada ¿que tengo? Ni una ecografía me hicieron, me puso el aparatito para escuchar y se escuchaba un latido y me alivié un poco, me pusieron un inyectable para que maduraran los pulmones y llegué a mi casa, me tranquilicé un poco, pero seguía muy preocupada», recordó la mujer.
Cuando Florencia acudió a su turno del lunes, el médico le dio la noticia de que su bebé ya no tenía más signos vitales: » me sentí destrozada, mal, me hicieron un tacto y ya tenía tres centímetros ( de dilatación); me dijeron que me iban a provocar el parto, me lo hicieron por goteo, por suero y como a las cinco y media de la tuve la tuve por parto normal. La vi apagada grisecita y se le veía que ya la pielcita había estado de hace días que la tenía adentro, gracias a Dios que él es grande, no me pasó nada, igual me decían que ella puede ser que estaba sufriendo pero estaba sufriendo porque no me trataron a tiempo y me sentía muy mal, después gracias a Dios no a mí no me pasó nada pero y ¿si me pasaba algo?, cuestionó la mujer.
El calvario no terminó allí, sino que la falta de tacto de profesionales del hospital Eva Perón de Granadero Baigorria la sacudieron emocionalmente más: » Tampoco la puede cambiar, porque encima me lo dieron en una caja adentro de una bolsa como un animal ni la lavaron nada, me dijeron ¿ mamá la quiere ir a despedir? y antes de que la lleven a la morgue porque en la morgue hay muertos por coronavirus, no la puede cambiar, yo la quería cambiar aunque sea la quería enterrar cambiada con la ropita que le compro la tía y allí la vi, se le desprendía la piel, se notaba que ya hacía días que ella estaba sufriendo ahí adentro y yo sabía que algo me pasaba y no me dieron pelota en San Lorenzo, que me cagaron a pedos (sic) porque no tenía las ecografías, pero no me daban bola ni para sacar una ecografía en San Lorenzo, lo que tuve que pagarla, encima tuve que pedir prestado para hacérmela».
Por su parte, María José, suegra de Florencia, agregó: «Está tratando de salir adelante porque no es fácil para ella, tiene tres criaturas más y tiene que ser fuerte por esas criaturas, pero no está bien, ella está muy triste muy dolida, se siente impotente porque se supone que la medicina tiene que preservar las vidas, se supone que cuando vas a un lugar donde estudiar medicina firmar un convenio, un contrato no sé cómo llamarlo, pero donde dice que la vida es lo primero tenés que luchar por la vida y en este caso no lucharon ni siquiera por mi nuera porque mi nuera podía haber muerto. Cinco días una criatura muerta dentro de una persona que está viva y mi nuera se podría haber muerto».
La mujer agregó que desde ese día no tuvieron más contacto ni con el obstetra ni con nadie del hospital: «Haremos lo que haya que hacer, porque no soy yo partidaria de andar haciendo estas cosas pero no no porque estamos hablando de una vida y conozco muchos casos que han pasado en el hospital y yo no quiero que le vuelva a pasar a nadie.No es que estoy en contra del hospital Granaderos a Caballo, no acá la negligencia fue sucedida por los doctores que estaban ahí».
A continuación los relatos de Florencia y de su suegra:
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