La policía de Australia informó días atrás que confiscó más de 200 kilogramos de cocaína escondidos en el casco de un buque de carga que atracó en Melbourne después de haber viajado desde Argentina vía Nueva Zelanda. El buque pasó a principios de julio por el puerto de San Lorenzo, y luego por Campana y Quequén.
No es la primera vez que la policía australiana detecta el ingreso de un barco con cocaína proveniente de Argentina, puesto que en mayo pasado decomisaron un cargamento de 800 kilos de cocaína, valuado en más de 200 millones de dólares. La policía lo halló a bordo de un buque (el Merchant Vessel ST Pinot) que había cargado granos en la terminal portuaria de Renova de Timbúes, que está bajo jurisdicción de la Aduana de San Lorenzo.
En este nuevo caso, desde la Aduana Argentina informaron este martes que el buque Chemstar Sapphire, donde se encontraron 200 kilos de cocaína, pasó a principios de julio por el puerto de San Lorenzo, y luego por Campana y Quequen. Sin embargo detalla que también estuvo 12 días en el puerto de Santos (Brasil) y Montevideo (Uruguay).
En el caso ya está trabajando la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) junto con la Aduana Argentina que ya investigaban este modus operandi. La principal hipótesis –sostienen aun sin datos concretos– es que la contaminación se haya concretado en Brasil.
Las autoridades australianas señalaron que el 9 de agosto pasado un vehículo submarino operado remotamente identificó “un accesorio sospechoso del casco en el baúl del barco”. Los buzos de la policía de Victoria recuperaron paquetes de cocaína del baúl, un área del barco que contiene tuberías utilizadas para bombear agua de mar dentro y fuera de los tanques de lastre.
La Policía Federal Australiana (AFP por sus siglas en inglés) informó que incautaron unos 200 kilogramos de cocaína del barco, que tiene un valor estimado en la calle de 80 millones de dólares australianos (casi 51 millones de dólares americanos).
“Este método de ocultación no es nuevo y esta incautación es otro caso en el que las fuerzas del orden van un paso por delante de los delincuentes que intentan introducir drogas ilícitas y nocivas en nuestro país y en nuestra comunidad”, señaló el comandante de la AFP, Richard Chin.
Según Chin, la investigación en curso estará encaminada a identificar y localizar a los grupos transnacionales de delincuencia organizada responsables de este suministro, así como a las personas que tendrían que recibir y distribuir la cocaína en Australia.
Salió de Quequén
Según el diario australiano The Sidney Morning Herald, los 200 kilos de cocaína fueron encontrados en el buque aceitero Chemstar Sapphire y procedía directamente de Necochea, Puerto Quequén, algo que, por alguna razón, generó sospechas en la fuerza fronteriza australiana (ABF, Australian Border Force).
Con esas sospechas, la ABF operó remotamente un submarino que hizo el hallazgo de la droga. Aunque se incautó la cocaína, no hubo arrestos y el buque siguió su camino rumbo a Australia occidental y luego al sur del país oceánico.
Según los propios registros del Puerto Quequén, el Chemstar Sapphire, de bandera en las Islas Marshall es un buque de 146 metros de eslora y 24 metros de manga, que ingresó a la terminal portuaria el 3 de julio pasado y abandonó el sitio el 6.
La carga que sacó del puerto fue registrada en 6500 toneladas de aceite de girasol.
Aunque los registros indican su paso por Puerto Quequén, ahora la investigación deberá dar cuenta sobre el origen de la droga, dado que el barco también estuvo en los puertos de San Lorenzo y Campana, además de los mencionados en Santos y Montevideo.
Un antecedente cercano
Australia es uno de los destinos mundiales más lucrativos de las mafias internacionales. Las autoridades marítimas están continuamente alertas por el secuestro de cargamentos de cocaína en las fronteras «a niveles sin precedentes». Y desde hace algunos años están muy pendientes de los barcos que provienen de Argentina y amarran en sus puertos, luego del hallazgo de droga en varios cargamentos.
Con estos recaudos, la policía australiana decomisó en mayo pasado un cargamento de 800 kilos de cocaína, valuado en más de 200 millones de dólares, que lo halló a bordo de un buque (el Merchant Vessel ST Pinot) que había cargado granos en la terminal portuaria de Renova de Timbúes, que está bajo jurisdicción de la Aduana de San Lorenzo. Posteriormente había amarrado en la Zona Común, cerca de La Plata, lo que derivó en el inicio de una investigación en la que interviene la Aduana Argentina y la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar).
De acuerdo a las primeras tareas investigativas, los pesquisas argentinos siguieron la hipótesis que apuntaba a que la droga pudo haber sido cargada en alta mar por una embarcación de menor porte, a través de sogas y la modalidad «dop on/drop off».
En tanto, la Policía Federal Australiana (AFP) informó en sus sitios oficiales que el cargamento fue descubierto el 25 de mayo, luego de que las autoridades de ese país recibieron datos que indicaban que desde un buque carguero se iba a arrojar la droga al mar para que fuera recogida.
Pero un día antes, el 24, de manera fortuita, efectivos de la Policía de Australia Occidental (WAPF) y de Rescate Marino Voluntario acudieron en auxilio de la tripulación de un crucero de 10 metros de eslora, llamado No Fixed Address, que había pedido ayuda cerca de la isla Rottnest, a unos 20 kilómetros de la costa de la ciudad de Perth, supuestamente por tener problemas con el motor.
Las autoridades informaron que a bordo de ese buque había tres hombres que parecían tener poca experiencia de navegación, quienes, según se estableció, habían comprado la embarcación con dinero en efectivo el día anterior a emprender la travesía, lo que despertó sospechas.
Poco después, la Fuerza Fronteriza Australiana (ABF) y la AFP comenzaron a investigar los buques de carga a granel que se encontraban en el área, al mismo tiempo que la otra embarcación, e identificaron así un barco de carga a granel, el Merchant Vessel ST Pinot, que coincidía con descripción obtenida durante la investigación realizada sobre la operación de narcotráfico que iba a desarrollarse.
Los oficiales de ABF determinaron que ese barco había viajado desde América del Sur y lo abordaron con el fin de requisarlo y de entrevistar a la tripulación.
Una vez trasladado al puerto de Fremantle, al sur de Perth, los efectivos encontraron paquetes sospechosos sumergidos en un tanque de lastre lleno de agua.
Mediante un operativo llevado a cabo por buzos de la Armada australiana, se hallaron en ese tanque 29 paquetes grandes envueltos en plástico azul que contenían en su interior paquetes más pequeños, de aproximadamente un kilo de cocaína, por un total de 800 kilos.
En el marco de la pesquisa, los investigadores determinaron que el buque donde estaba la droga había pasado por el puerto de San Lorenzo, por lo que desde la Aduana argentina se realizó una denuncia en la que se dio intervención a la Procunar para iniciar una investigación en procura de establecer dónde fue cagada la cocaína.
Fuentes aduaneras indicaron que el buque había pasado por Montevideo antes de San Lorenzo y luego tocó el kilómetro 171 de la Zona Común, próxima a La Plata; y que estaba cargado con soja en el área de bodega.
A su vez, la policía australiana indicó que, en caso de haber llegado a las calles de ese país, la droga incautada podría haberse vendido por un valor estimado de 212 millones de dólares.
Las autoridades también informaron que luego del hallazgo de la droga, los tres hombres que habían estado en el crucero, de 21, 25 y 29 años, fueron arrestados el miércoles 31 de mayo último, dos de ellos en Perth y el tercero, que es lituano, en Sydney, cuando intentaba abordar un vuelo al extranjero.
Los tres enfrentan cargos por el delito de narcotráfico, por el que podrían ser condenados a una pena máxima de prisión perpetua si son declarados culpables.
Investigación en Puerto San Lorenzo
Por su parte, la Procunar dispuso una serie de diligencias, entre ellas, el análisis de los registros fílmicos en la terminal San Lorenzo durante la estadía del buque, que llegó allí el 9 de abril a las 20.45 y el 22 de ese mes partió hacia Australia.
En ese momento, la AFIP-Aduana indicaron que, según la gerencia de la Terminal Renova, el buque «fue sometido a una inspección en bodega y realizó el fondeo correspondiente» y que «del primer análisis de cámaras no se detectan, de manera fehaciente, maniobras compatibles con el hecho de que la contaminación se haya producido ahí».
No obstante, las autoridades siguieron analizando, junto a la Prefectura Naval Argentina, buscando nuevas cámaras de seguridad que puedan confirmar o descartar la posibilidad de que la contaminación se haya realizado en el puerto de San Lorenzo o en el sector de Zona Común.
A su vez, señaló que «en caso de que no se logre determinar que la droga fuera impuesta en los puertos donde amarró el buque, crece la hipótesis de que la sustancia hallada pudo ser impuesta en el buque mediante alguna embarcación menor por la zona marítima durante o posterior al último evento de carga de combustible, utilizando el mismo modo que se intentó retirar en destino, bajo la modalidad drop-on/drop-off».
Y en ese sentido añadió que las imágenes aportadas por la Homeland Security Investigations, que colabora con la pesquisa, «se observan sogas atadas a los bolsos que, según los antecedentes, podrían darle fuerza» a esa línea de investigación.
Fuente: La Capital
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