El fiscal Juan Carlos Ledesma solicitó una audiencia preliminar para fijar los testigos que declararán en el juicio oral contra Emanuel Fernández quien está imputado por abuso sexual a su hija entre sus seis y ocho años de edad aprovechándose de la convivencia con la menor.
El acusado de 33 años, que posee una discapacidad auditiva se encuentra con prisión domiciliaria con salidas laborales tras haber transcurrido 90 días en prisión preventiva. A la audiencia llegó con una traductora de parte ofrecida por los abogados de la defensa los dres. Claudio Puccinelli y Fernando André para que fuera traduciendo en lengua de señas lo que iba ocurriendo en la sala.
El fiscal Ledesma lo acusó por reiterados abusos que Fernández le hizo a su hija entre los años 2017 y 2019 en la vivienda en la que convivían de calle Alemania al 600 de San Lorenzo, junto a su esposa y madre de las niñas
El pasado 5 de diciembre de 2019 Milagros, la progenitora de la víctima, realizó una denuncia en el Área de Violencia Sexual de la URXVII donde relató que la noche anterior, mientras dos de hijos se estaban por acostar, Fernández jugaba con una de las niñas haciéndole cosquillas. Esta situación angustió mucho a una de las pequeñas y le dijo a su mamá que no quería que su papá jugara así con su hermana: «cuando vos te vas papá me toca», le relató la nena a su mamá entre otras situaciones más gravosas que padeció.
La mujer relata que su esposo le pedía perdón negando lo que su hija le contó pero que esto la sorprendió ¿Cómo sabía lo que mi hija me estaba contando si estábamos en otra habitación y él no escucha?, cuestionó Milagros.
La niña describió los abusos ante los médicos forenses, también el cámara gesell y en el Ágencia de Investigación de Violencia de Género, Sexual y Familiar donde la psicóloga Lorena Recchi la entrevistó a los seis y a los ocho años. En todos los casos el relato fue congruente y coincidente, desde los tipos de abusos y la angustia que le provocaba quedarse sola con su padre quien la obligaba a ponerse una prenda de vestir especial.
Por todo ello, el fiscal Ledesma lo había imputado por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante por ser el encargado de la guarda y aprovechar de la convivencia con la victima, y solicitó una pena de diez años de prisión.
La defensa de Fernández, apuntó a desacreditar los abusos carnales de la niña relatados en cámara gesell y plantearon como estrategia la «implantación de memoria» en la niña, que es un relato que la madre le hizo creer que existió, pero que en realidad no ocurrió. También discordaron con la calificación del hecho al sostener que el acceso carnal no existió porque no hay pruebas de que haya sucedido.
Por su parte Ledesma agregó que convocará al juicio distintos profesionales que podrán acreditar que los abusos existieron aunque no hayan quedado lesiones porque hay un relato claro de la víctima con detalles muy específicos sobre los abusos. Además el fiscal apuntó a la estrategia de la defensa de Fernández de hacer hincapié en su sordera. «Sabemos por un compañero de celda de la comisaría de Puerto General San Martín como el personal policial que el imputado nunca tuvo problemas de comunicación, ni de convivencia», inclusive le llamó la atención a la progenitora de la víctima, ver a su ex marido sin su audífono colocado, cuando siempre lo usaba, por lo que sospechan que podría hacerlo para lograr beneficios en caso de volver a prisión.
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