Escribe Sebastián Alonso – Historiador, integrante de la Orden Franciscana Seglar
La ciudad de San Lorenzo no tuvo una fundación con la ceremonia propia de las fundaciones del período hispánico, que consistía en el levantamiento y plantación del tronco y el rollo, como símbolo de la jurisdicción real. Nuestra ciudad surgió espontáneamente al reunirse pobladores alrededor del Convento franciscano.
En 1720 la Compañía de Jesús había fundado la estancia de San Miguel del Carcarañal, en la margen derecha del río Carcarañá, en las actuales localidades de Aldao y Andino. La estancia se dedicaba a la ganadería con el objetivo de mantener económicamente el Colegio Jesuita de la Inmaculada de Santa Fe.
Uno de los puestos de la estancia se denominaba San Lorenzo y estaba emplazado en las cercanías de la desembocadura de ese arroyo.
En 1767 el Rey de España Carlos III expulsó a los jesuitas de España y de todas sus colonias de América. La Junta de Temporalidades de Santa Fe tomó posesión de la estancia en 1774 y tierras y bienes pasaron luego a pública subasta. Uno de los compradores fue el regidor de Santa Fe, don Francisco de Aldao. Uno de sus hijos, don Félix Aldao, heredó una legua cuadrada, donde actualmente está situada la ciudad de San Lorenzo.
El 14 de diciembre de 1775 Carlos III aprobó la cesión a los franciscanos de la capilla de San Miguel, sus utensilios y elementos de culto más cuatro cuadras cuadradas de terreno. El 1º de enero de 1780 la Capilla San Miguel fue entregada a los franciscanos, para que ejercieran el apostolado entre los pobladores de la región. La capilla empezó a denominarse desde entonces “Colegio San Carlos” el que, en 1784 fue declarado de “Propaganda Fide” (Propagador de la Fe). Según relata el historiador Roberto I. Biraghi, fue una especie de “cuartel general”, “para -desde allí- abarcar una acción que se extendería por la región pampeana y las selvas bañadas por el Paraná”. Vale recordar el nombre del franciscano que llevó adelante todos estos largos trámites: el fraile zaragozano Juan Matud. Fray Tomás Orio fue el primer guardián del nuevo Convento, desde el 27 de julio de 1786. En 1790 empezaron a buscar un lugar mejor “un paraje más ventajoso” y con mejor comunicación. Entonces, don Félix Aldao les donó una fracción de terreno, acto realizado formalmente el 22 de noviembre de ese año y, partir de 1792, comenzó la construcción del Convento. El 6 de mayo de 1796 la comunidad franciscana se trasladó a su nueva ubicación y edificio. Ese día en el nuevo oratorio la comunidad franciscana cantó el primer Tedeum y luego se hizo un almuerzo comunitario. A las dos de la tarde se cantaron las Vísperas y después se rezaron los Maitines. Al día siguiente, se festejó la fiesta del Patrocinio de San José y se dio la primera misa en el Convento.
La ordenanza Municipal N° 1052 del año 1984 declaró el 6 de mayo de 1796 como fecha de fundación de la ciudad.
Hoy recordamos 224 años de presencia franciscana en San Lorenzo. La historia de San Lorenzo está y estará por siempre íntimamente ligada a la gran familia franciscana.
Bibliografía: Biraghi, Roberto I., “Historia de San Lorenzo. Ciudad santafesina”, Ed. Almafuerte, San Lorenzo, 1981. – Pinillos, Fray Teófilo, “Historia del Convento de San Carlos de San Lorenzo”, Buenos Aires, 1949.
Imagen: Ignacio Javier Torres
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