Las mujeres de América Latina y el Caribe, venimos dando una dura y larga batalla por conseguir leyes que reconozcan nuestro derecho a decidir. Sin embargo, aún actualmente, son pocos los países de la región que permiten a las mujeres el acceso al aborto legal, seguro y gratuito. Desde organizaciones feministas realizarán un pañuelazo virtual que consta en publicar en redes sociales una foto con el pañuelo verde . «Hagamos explotar las redes exigiendo el derecho a decidir que nos merecemos y por el que tantos años luchamos», señalaron desde Voces en Rebeldía.
El V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, tomó la iniciativa en el año 1990, de instituir este día de acción global. Su convocatoria, se extendió a nivel internacional siendo asumida por mujeres de distintos lugares de mundo como una fecha de la agenda de sus reivindicaciones, llegando a transformase en acción en países de Europa, Asia, África como EEUU de Norteamérica.
Aunque algunos sectores que se oponen a la IVE insisten en negar los datos existentes en Argentina, hay estudios realizados que nos permiten darlos. La cifra que señala que en Argentina se realizan 450.000 abortos clandestinos por año, sigue siendo discutida. Sin embargo, según un informe de Amnistía Internacional que data del año 2005, es resultado de un estudio realizado a pedido del Ministerio de Salud de la Nación por las demógrafas Edith Pantelides y Silvia Mario.
Otro dato puesto en duda, es que los abortos clandestinos son la mayor causa de muerte materna. Entre los años 2001 y 2016, la relación entre la cantidad total de muertes maternas y las muertes por embarazo terminado en aborto, fluctúa entre el 31% y 17,6% para este último, lo que ubica al aborto como la principal causa individual de mortalidad materna en Argentina (Datos anuales del Ministerio de Salud de la Nación). Según este estudio, el porcentaje de muertes por abortos clandestinos muestran un descenso continuado -con algunas fluctuaciones- en el último período.
Esta buena noticia, podemos atribuirla a varios motivos, mencionaremos algunos relevantes. En principio, desde 1986, a los Encuentros Nacionales de Mujeres, ese faro en el mundo que señala un camino de organización único: autoconvocado (las mujeres nos organizamos en cada lugar para poder llegar y realizarlo), autofinanciado (se sostiene con el trabajo de todas), autónomo (no responde a gobiernos ni a partidos), federales (la sede es una provincia distinta cada año elegida por las mujeres), horizontales (no existen títulos ni jerarquías), democráticos (asistimos de todos los orígenes y clases), plurales (se expresan todas las ideas y opiniones, ninguna está por encima de la otra), plurinacionales (con la participación de mujeres de las naciones y pueblos originarios desde el primer encuentro) y con los talleres como un corazón que late al unísono cada año, para compartir y recoger las experiencias de las mujeres de todos los rincones del país. Fue desde los Encuentros Nacionales de mujeres que surgieron la Campaña Nacional por el Derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Fue también en ellos, que las mujeres afinamos la tan justa triple consigna: Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal, seguro y gratuito para no morir. Y desde ellos, regamos a cada rincón del país, el debate sobre la necesidad de conquistar el derecho al aborto legal que la democracia nos debe.
Ligado a los Encuentros, el enorme trabajo del movimiento de mujeres de la Argentina, contribuyó a masificar la información acerca de la necesidad de acceder al aborto legal. Sin olvidar a las pioneras que muy en soledad comenzaron esta lucha varias décadas atrás, (cuando la marea verde que hoy inunda el país era un sueño realizable pero lejano), este movimiento tómo la posta y aportó, además, conocimiento científico.
Otro motor fundamental es la Campaña Nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito de la Argentina, que el 28 de mayo de 2005 irrumpió en la escena nacional con fuerza, creciendo en todo el territorio a lo largo de 15 años y aumentando sus filas incesantemente con esa marea verde compuesta por miles de jóvenes. Desde la Campaña, se coordinan y articulan actividades unificadas, en simultáneo en todo el país, bajo la triple consigna afinada en los Encuentros, que logró catalizar la comprensión de grandes sectores de la sociedad y fundamentalmente de la juventud, acerca de la importancia de acceder a la IVE. Este derecho específico de las mujeres, se inscribe en el marco de la conquista de derechos sociales, democráticos, humanos y también los políticos, ya que su grado de participación ha colocado junto al movimiento de mujeres, el tema en la agenda política de gobiernos y partidos. Además, la Campaña es la autora del proyecto del Ley que en 2018 logró la aprobación en la Cámara de Diputados de la Nación, siendo rechazada posteriormente en la Cámara de Senadores.
Finalmente, me permito mencionar la invalorable labor de las Socorristas, por el esfuerzo para la difusión y enseñanza de uso seguro del misoprostol. Su contribución concreta a la socialización del conocimiento, al acompañamiento de miles de mujeres y el aporte a la salud y la vida de todas.
Sin embargo, no todas son buenas noticias. Este año, el sistema de salud que venía degradado por el gobierno de Macri, se encuentra colapsado por la emergencia sanitaria que cuesta vidas por la pandemia de COVID19. En nuestra provincia particularmente, el gobierno no aportó los recursos necesarios para enfrentar la crisis y muchas de las deficiencias que se profundizan, nos impiden acceder a nuestros derechos sexuales y reproductivos. En este marco, nos encontramos con centros de atención de salud primaria cerrados, insuficientes recursos humanos, discontinuidad en el seguimiento de embarazos, falta de anticonceptivos gratuitos y denuncias por tener vulnerado el derecho de acceso a la ILE.
A pesar que la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) existe desde 1886 con la sanción del primer Código Penal y que actualmente, de acuerdo al art. 86 del Código Penal vigente y la sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el caso “F.A.L” de 2012, las mujeres tenemos acceso a la interrupción legal del embarazo en caso de representar peligro para nuestras vidas, si representa un peligro para nuestra salud ( entendida en forma integral como bienestar físico, mental-emocional y social) o si el embarazo proviene de una violación, es la propia justicia la que accede en muchas ocasiones, a judicializar los casos de aborto que la Ley no prohíbe. Como primer resorte operan los objetores de conciencia, que anteponen sus creencias e ideología, a los derechos consagrados en nuestras leyes vigentes.
Un caso paradigmático en nuestra provincia fue el de Ana María Acevedo, una joven de 19 años, que tenía cáncer y estaba embarazada. Los médicos del servicio de obstetricia del Hospital Iturraspe de Santa Fe, objetores de conciencia, le negaron la IVE y también el tratamiento de quimioterapia para “no dañar al feto”. Ana María gestó hasta los 5 meses, cuando ante la gravedad de su salud, decidieron hacerle una cesárea de la que nació una niña de 500 gramos que vivió 17 horas. En ese momento, con la traumática experiencia vivida, el cáncer avanzado y víctima de dolores insoportables, recibió tres sesiones de quimioterapia, pero murió tres semanas después del parto, un 17 de mayo de 2007. Una doble tragedia a la que la obligaron.
Este caso como el de niñas abusadas a las que obligan a parir, son algunos de los ejemplos que demuestran la mayor crueldad de una sociedad machista y patriarcal y un Estado que no garantiza ni siquiera el cumplimiento de las leyes vigentes, atentando contra los derechos humanos de las mujeres y niñas. En el mismo sentido, pone en evidencia la intolerable injerencia de la iglesia católica, evangélica y otras instituciones religiosas en los temas de Estado. Estos y otros sectores reaccionarios y del poder, son los que toleran el abuso sexual infantil, violaciones y cientos de muerte de mujeres por abortos clandestinos, en nombre de la vida.
En América Latina y el Caribe, los países Haití. Nicaragua, El Salvador y Honduras, prohíben sin excepciones la interrupción del embarazo. Sólo en Uruguay, Cuba, Guyana, Guayana Francesa y Puerto Rico, existen leyes de interrupción voluntaria del embarazo sin condiciones, con plazos de gestación que varían en cada país. El resto, cuenta con ILE por uno o algunos motivos contemplados en sus leyes vigentes.
Como vemos, la lucha continúa en América Latina y el mundo. En Argentina, esperamos el tratamiento de una ley que nos permita decidir y acceder al aborto legal, seguro y gratuito, en las condiciones sépticas que nos merecemos. Esta, es una deuda con las mujeres en general pero particularmente, con aquellas mujeres del pueblo que, por su condición de clase, no acceden a pagar el alto valor de esta práctica clandestina que mueve millones. Muchas de las que no pueden pagar, dejan su vida en el intento.
Por eso, este 28 de septiembre en medio de la pandemia, el movimiento de mujeres de la Argentina, la marea verde, será protagonista del día de acción global por el aborto legal, seguro y gratuito, con pañuelazos y actividades virtuales. La legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, las condiciones sanitarias adecuadas para realizarlo y la gratuidad de la práctica, deben ser garantizadas por el Estado, porque es un tema de Salud Pública que necesita respuesta urgente.
¡Será Ley!
.Por Gabriela Echenique; Mujeres de ama de casa, y organización Entrelazadxs
Qué opinas?